Una de las cosas que más me impresionaron durante un viaje por Gambia fue la gran cantidad de niños que se quedan a dormir en los recintos escolares. Más tarde me contaron que sus padres les dejan toda la semana allí. A parte de aprender les dan comida y esto, en ete lugar y ese momento, era todo un lujo.
Hice esta foto hace unos años durante un viaje a La Garrotxa, tierra donde el otoño se manifiesta en todo su esplendor. Estábamos tomando un café en una terraza mientras llovía. Miré hacia arriba y descubrí esta hoja que reposaba sobre el toldo húmedo...parecía que hubiese quedado atrapada entre dos realidades.
En Oslo el otoño empieza pronto, a principios de septiembre los árboles ja visten colores cálidos. Debido a su posición geográfica tan elevada, el frío se instala acompañado de las auroras, que llenan el cielo de magia y de ancestros.
Freyja era la antigua diosa del amor en Noruega. Quizá todavía juega con sus habitantes por las calles de Oslo...